Me sorprendió la formación dispuesta por Druida esta tarde. Fue un claro indicio de que César había retomado su equipo, luego de casi diez días fuera del cuadro. Sin embargo, la forma deterioró de modo abrupto el rendimiento de Druida, que aun con sus titulares en la duela fue incapaz de sobresaltar al local.
Este partido no contribuye a formar una idea fiel de las condiciones de mi plantel. Hemos disputado dos cotejos que se previeron de trámite sencillo; ambas victorias resultaron lógicas y la holgada diferencia, en ambos casos, se podía pronosticar. Ninguno de los dos partidos supusieron un desafío para mis pupilos: los tres choques restantes sí se avizoran intensos y dramáticos. Es fácil registrar un buen número de ocasiones concretadas y un movimiento ofensivo impecable cuando no existe oposición, el caso del enfrentamiento contra real-lima. Ante Druida, sus jugadores tenían las cualidades, pero el estado no era el mejor; no pudieron mostrarse en todo grado.
Llegamos a seis victorias consecutivas, siete en el cómputo general. Hasta la fecha esta ronda entre conferencias no nos ha traído desazón, sino esperanzas. ¿Será posible remontar hasta el segundo lugar? Me apasiona más pensar en la primera posición.