La maratón en la Este se vive a todo pulmón. No vale pestañear. La primera jornada del duelo entre conferencias dejó como gran vencedor al octeto rojo. Únicamente los vigentes campeones mordieron el polvo; la localía pesó y todos los anfitriones sumaron una victoria más en su haber.
Se auguraba el despunte de Divos, y este se produjo en el marco del partido más electrizante de la jornada. Luego de dos tiempos extras, los pupilos de Cesar Alberto superaron con angustia a los Katsianos; un balance de poderío interior que terminó con victoria foránea. Divos es líder, sin embargo, la ventaja que cuenta respecto al último de la clasificación es risible. Tan solo tres victorias empujan a Cabezas Azules al fondo de la tabla, aunque se trata de una posición compartida.
No cabría dotes de clarividente anticipar que en cuatro días la lectura de la tabla cambiará totalmente. Con esos margenes tan ínfimos, cualquier escenario es imaginable.
Finalmente, luego de incontables jornadas (computando también mi última temporada en la BBBest) mi elenco pudo cosechar su segunda victoria consecutiva, y así mantener la posta por encima de Cabezas Azules. Recibíamos al segundo de la Conferencia Oeste, Centuriones Junior, cuadro que diseña su primer calendario en la máxima división y, pese a ello, ha hecho sucumbir a conjuntos de gran personalidad en la Zona Azul.
La estela de triunfos que sembraba el visitante nos llevó a estimar seriamente el encuentro. No se podía admitir una derrota, no en calidad de local. La última adquisición nos favoreció; llegó con un oportunismo providencial, a escasos minutos de que se inhabilitara el cambio de órdenes. Lo inscribimos y así debutó.
Fue un juego inteligente. La estrategia defensiva de Centuriones falló, pese a ser una calca de los planteamientos defensivos que en jornadas anteriores nos valieron un letargo ofensivo. Sin embargo, esta noche la combinación ofensiva se puso al nivel del desafío durante gran fracción del duelo, y doblegó el ritmo de los visitantes en el tercer cuarto. Todos los movimientos que en semanas previas eran forzados, ineficaces y desacertados, hoy cobraron una claridad impresionante. Y en poco tiempo logramos reducir al segundo mejor de la Oeste y granjearnos una victoria capital en nuestros anhelos.
Si llegaron dos triunfos al hilo, ¿por qué no visualizar el tercero?