Si destacamos el protagonismo de los Riders, debemos recordar que el maestro Carlos ya libó el dulce de la Copa un par de ocasiones cuanto menos. Así que los bohemios no deben ser discriminados de la nómina de campeones, quizá no por historia, pero sí por conducción. 
Mi estimado Inka, lamento mucho lo que padece tu escuadra. La temporada anterior la Copa te fue esquiva en una final memorable, esa vivencia me arrastró a la cuarta edición de la Copa Inca, cuando el trofeo se te escurrió en un vibrante partido que Bona Fortuna rememorará como su más gloriosa tarde. Ante los olímpicos creí que reclamarías tu sitial entre los monarcas, pero Mercader jugó sus cartas en el filo de la justicia y saltó a la cumbre. 
No se dio en la Copa, pero confío en que la BBBest será generosa contigo. Los Devils siempre serán los Devils, respetados, temidos; pero nada como una medalla que empalague el espíritu.