Sí, pero da la casualidad que, a lo largo de este tiempo, no ha salido en el mercado (que yo haya visto, claro) ni un sólo jugador que tenga mejor relación calidad-precio, incluso con 26 o 28 años de edad, que los jóvenes que, finalmente, he fichado. Y, repito: lógicamente no se pueden hacer milagros, de inicio, con 300.000 $.
Si ficho a un jugador de 27 años con una suma de valoración de 62 que me cuesta 100.000 $, si no rinde lo que espero no podré recuperar ese importe, cosa que sí ocurrirá con uno de 18 o 19 con la misma valoración y por el mismo precio. Por eso me decanto por los jóvenes, no porque pretenda entrenarlos a todos. Todo dependerá de cómo logre subir los valores que me interesen durante la primera parte de la temporada. Si no suben los valores que me interesan, lógicamente prolongaré el entrenamiento durante el resto de la temporada. Y te puedo asegurar que, con los valores de partida que tienen, en una temporada sí valdrán la pena esos cuatro o cinco entrenables, cuya valoración global pasará de 60 a 68, con seguridad, en biposicional. De hecho, en mi primer entrenamiento tres de ellos subieron, en biposicional, en dos atributos a la vez, lo que supone dos puntos globales de subida, cosa que, inevitablemente, se repetirá más de una vez en biposicional, a lo largo de la temporada. Así, un escolta con defensa exterior respetable ya ha subido a fuerte y puede volver a hacerlo hasta destacado, al final de temporada. Otros atributos fundamentales en un escolta también pueden ir subiendo, a la vez, en uno o dos puntos más, combinando el entreno de presión con el de UvU.